Ben Silbermann (1982, Estados Unidos) sospechaba que su destino estaba escrito de antemano y en el futuro sería doctor. La vida parecía señalar hacia ese camino donde continuaría con esa especie de tradición familiar, pues sus padres son oftalmólogos y sus hermanas estudiaban medicina. Al graduarse de la preparatoria, decide nadar contracorriente y escoge estudiar negocios en la universidad de Yale en 1998, licenciándose 5 años después. Trabajó como consultor empresarial analizando hojas de cálculos e información, lo que transformó su vida diaria en una rutina monótona y aburrida, hasta el punto de que su estado de ánimo estaba por los suelos. Esa desagradable sensación que le producía ir todas las mañanas a la empresa le dio la certeza de que no se hallaba en su ambiente ideal. Tras ver una película sobre los gigantes de la industria tecnológica como Bill Gates y Steve Jobs, se inspiraría para marcharse a la capital de la tecnología, Silicon Valley, donde esperaba encontrar un trabajo...